POESIA Y VUELO

En el aire

En el aire

una plumas se rozaron,

en el aire

las gotas del tiempo no rodaron.

En el aire

tus palabras entendía,

en el aire

las almas, envergadura infinita.

En el aire

el olor de la alegría,

cóndores mis compañeros,

dulce mirada en el viento.

En el viento de vida

con alas coloridas

de almas flotantes

se suspende la alegría.

Son los pasos del despegue

esos tragos dulces,

ese elixir de vida

que te embriaga al momento,

en que los pies ven su sombra

en el infinito, perdida.



Cuchi corral

Argentina

9 Abril 98

Milo Timmermann B.
____________________________________________________________________________
Viento a las alas
Es el viento a mis alas

como la noche a las estrellas,

es surcar los cielos

valiendose de una sonrisa.

Un paso de fé

un batir de plumas

al aire generoso

que me sostiene sin dudas.

No sé si extiendo mis alas

o si extiendo una sonrisa,

pero mi corazón late,

sabiendo que vuelo.

Milo Timmermann B.

1998

_____________________________________________________________________________________

VOLAR



Volar con alas propias,

cruzamos el valle que empequeñece,

dejando abajo, problemas y dilemas,

que en la infertil selva de concreto, crecen.

Ascendemos en grandes térmicas,

jugueteamos, convivimos y hablamos con las aves,

en un lenguaje que llevamos dentro,

muy dentro, un lenguaje que en el aire nace,

quita barreras y hace aparecer las aves que somos;

dentro nuestro, interiormente, en el fondo,

una golondrina, una gaviota,

un cernícalo o un cóndor,

dejando atrás lo humano y abajo los problemas,

volamos y olvidamos, quienes somos,

solo nuestros instintos liberamos

hacemos lo mejor posible,

para hacer durar ese instante de transición,

de ave a humano y de humano a ave,

y, cuando aterrizamos, la ilusión termina.



Después de un instante,

nos damos cuenta que somos humanos,

y nos vuelven las ganas de elevarnos,

alto, muy alto, en el cielo azul

convivir con las aves,

juguetear por esos parajes

que nunca jamás, hemos pisado.

pero no podemos, somos humanos;

escuchamos el grito de un amigo,

que nos dice -­ Oye que bien has aterrizado!-

nos damos vuelta,

y vemos lo que somos...

tan solo personas.



Pero, siempre, dentro de esas personas,

hay algo especial, un instinto,

una deidad que los hace vibrar,

al ver cualquier avecilla volar.



Milo Timmermann 28-03-91
_____________________________________________________________________________

Abro mis alas y despego
Abro mis alas y despego

una mirada, una sombra en el valle

un movimiento...y subo

altura sublime, alas mágicas

que me transforman

calma, silencio

las nubes me transportan

perchas invisibles de ilusión