ATERRIZAJE

El aterrizaje es uno de los momentos más críticos del vuelo, las decisiones que tomemos deben ser precisas pues no disponemos de mucho tiempo para corregirlas. Mientras tenemos altura, debemos realizar un plan de aproximación al campo de aterrizaje, teniendo en cuenta la dirección del viento, posibles obstáculos en nuestra trayectoria, y estado del suelo e inclinación.

La aproximación mas adecuada que podemos realizar es la denominada de avión, (en contra de las realizadas normalmente, es la que mejor nos permite corregir), ésta consiste en realizar un planeo de aproximación de forma paralela a la línea de aterrizaje escogida, y en dirección opuesta a la misma, realizando un giro de 90º perpendicular a la misma, y luego un segundo giro de 90º para entrar en el planeo final. La trayectoria de los dos tramos anteriores la podremos variar ligeramente de acuerdo a nuestra altura y línea de planeo final, abriendo, cerrando las trayectorias según la necesidad, tal y como podemos observar en el dibujo.



Al llegar al planeo final controlaremos nuestra velocidad de acuerdo a la necesidad del ala y el viento reinante, debemos mantener velocidad para tener control del ala, teniendo en cuenta el gradiente o efecto suelo, con el que la velocidad del viento disminuye a medida que nos acercamos al suelo, trataremos de realizar las correcciones necesarias para seguir la trayectoria elegida sin apartar nuestra vista de la misma. Realizaremos el cambio de manos con suavidad, sacando nuestras piernas del arnés, cambiando primero una mano y luego la otra, manteniéndolas bajas para tener mejor control del ala. A medida que vamos perdiendo velocidad, y nos acercamos al suelo, elevaremos con suavidad las manos en los montantes del triángulo, y al notar que el ala empieza a caer, empezaremos a empujar y al perder velocidad empujaremos con fuerza manteniendo el cuerpo recto y erguido, el ala cae suavemente sobre nuestros hombros, y ¡¡hemos aterrizado!! sanos y salvos.

Recuerda:

- Reconocer antes el terreno del aterrizaje (si es posible desde el suelo), inclinación del suelo, estado, y posibles obstáculos.

- Saber la dirección del viento

- Fijar una trayectoria del planeo final, y no apartar nuestra vista de la misma.

- Mantener el ala con velocidad para mantener el control.

- Realizar el empujón final sin miedo y con fuerza.