BUSCANDO ASCENDENCIAS

Autor Tom Bradbury - Traducción y edición: Javier Higueras. SKYWATCH 54

Las seis primeras partes de Observación del Cielo, estuvieron principalmente dedicadas a la descripción de las térmicas y a sugerir dónde se pueden encontrar las mejores ascendencias. Ahora Tom Bradbury continúa la serie para describir las nubes inservibles y algunas de las áreas que debes evitar si quieres permanecer fuera de las descendencias fuertes.

Una de las formas más comunes de desarrollo nuboso es la extensión horizontal de cúmulos para formar una capa casi cerrada de estratocúmulos. Esto ocurre frecuentemente en días que de no ser así, proporcionarían condiciones magníficas de vuelo. La Fig. 1 muestra tres supuestos en el proceso de estratificación, A ilustra una atmósfera inestable con aire relativamente seco en altura y sin inversión. Aquí las alturas alcanzadas por las cumbres de los cúmulos no son uniformes, algunas son grandes y otras son pequeñas. Cada torre desaloja parte del aire seco que hay en altura desplazándolo hacia abajo, hacia los cúmulos. Esto reduce la humedad de la capa de los cúmulos y como resultado las nubes tienden a evaporarse con mayor facilidad una vez que las térmicas que las alimentaron cesan. En estas condiciones las nubes permanecen separadas, una buena cantidad de sol alcanza el suelo y las térmicas están uniformemente distribuidas.
B muestra lo que ocurre cuando los cúmulos están limitados por una inversión húmeda. La inversión detiene el crecimiento de los cúmulos de forma que sus cumbres quedan todas al mismo nivel. Las corrientes ascendentes son desviadas hacia los lados cuando alcanzan la inversión y la humedad que arrastran desde las capas inferiores es esparcida horizontalmente. Si el aire del interior de la inversión y del que hay por encima de ella es muy seco, las nubes normalmente se evaporan antes de que se cierre y forme una capa de estratocúmulos.
Cuando las térmicas fuertes chocan contra la inversión producen turbulencia que desplaza aire seco desde las capas altas hacia abajo. Esto reduce la humedad bajo la inversión y puede evitar que la estratificación sea completa. Cuando la convección, más débil pero más prolongada, se produce sobre el océano, arrastra gradualmente tanta humedad hasta la capa de inversión que finalmente los cúmulos achatados su funden formando una extensa área de estratocúmulos. Esta clase de capa nubosa es muy común sobre el mar y sobre las costas a levante de los grandes anticiclones. C muestra cómo la capa de estratificación corta cualquier calentamiento posterior sobre el terreno, de modo que la actividad térmica muere. Los estratocúmulos forman, a menudo, enormes células de 50 o 100 Km. de diámetro. Aberturas estrechas separan las células. Una línea de descendencia puede producirse en estas grietas de vida larga.

Cómo los frentes viejos provocan la estratificación.

Los frentes activos suelen llevar asociada una franja de nubes bastante profunda, cuando el frente se debilita y muere es, normalmente, porque algún sistema de mayores dimensiones ha hecho que el aire de un área extensa descienda. Por ejemplo, el desarrollo de una dorsal o nuevo anticiclón, normalmente debilita un frente tanto, que no queda nada de él excepto una banda de aire muy húmedo recogido bajo la inversión de subsidencia. Los predictores de la mayoría de los centros meteorológicos frecuentemente omiten tales frentes en sus previsiones de forma que no los encontrarás en los mapas de la prensa o la televisión.
Algunas veces puedes suponer dónde deberían de estar alargando mentalmente los frentes que aparecen en los mapas. Estos frentes muertos son una amenaza para los días buenos de vuelo.
Aquella humedad invisible (la que queda recogida bajo la banda de subsidencia) es precisamente lo necesario para que el crecimiento de la capa de estratocúmulos se produzca unas horas después de que el primer cúmulo se haya formado.

Ciclos

Sobre el mar uno puede ver pequeños signos de cambios cíclicos en estas capas de estratocúmulos, pero sobre tierra la capa nubosa frecuentemente se rompe cuando no hay más térmicas para mantener el suministro de humedad. Entonces el sol penetra de nuevo, más térmicas se desarrollan y los espacios nuevos se llenan rápidamente. La duración de los ciclos parece ser impredecible; éstos pueden ser de solo una hora pero demasiado a menudo la estratificación perdura hasta el ocaso.
Normalmente en la fase temprana de la estratificación, una inversión comienza a desarrollarse sobre una capa convectiva moderadamente profunda. Esto restringe la altura de los cúmulos que comienzan a extenderse lateralmente más que a crecer hacia arriba. En un frente debilitado una capa alta de estratocúmulos es mantenida por cúmulos que se adentran en ella. Si el viento sopla, por ejemplo, de derecha a izquierda, nuevas células se formarán en el lado de barlovento y otras decaerán a sotavento, a la izquierda. Una larga cola nubosa en el lado izquierdo marca el lado donde la nubosidad se deshace. Si nos imaginamos bajo un cielo cubierto por 7/8 de nubes mientras hay actividad, podremos ver pequeños escalones y barbas bajo las nubes a media distancia que nos muestran dónde la próxima térmica alimentara a la nube.

Cuando los estratocúmulos se hacen autosuficientes

Una capa de estratocúmulos formada por la estratificación de cúmulos no siempre se rompe cuando deja de haber térmicas bajo ella. Si la capa se hace suficientemente espesa, un nuevo proceso aparece que hace que la capa permanezca intacta durante varios días.
Todos los objetos irradian calor; por la noche el suelo se enfría al enviar calor al espacio. Las nubes también irradian calor; sus bases irradian calor de vuelta hacia el suelo (por esto el suelo no se enfría tanto durante una noche con cielo nuboso). Las partes superiores de las nubes irradian calor hacia el espacio y en este proceso se hacen más frías. Las cumbres de las nubes se enfrían más por la noche que por el día pero incluso en una tarde de verano pierden calor.
El enfriamiento de la parte superior de las nubes produce dos efectos: primero hace que la inversión se fortalezca y segundo hace que las nubes se hagan ligeramente inestables. Esto ocurre porque la temperatura de la base de la nube difícilmente se altera mientras que las partes superiores cada vez se hacen más frías. Este proceso es ilustrado en la Fig. 2.
A es el estado inicial, antes de que una cobertura nubosa completa se haya desarrollado. La curva de la izquierda representa el estado de las temperaturas con una suave inversión a la altura de la parte superior de las nubes. El pequeño espacio sombreado muestra allí donde la nube se forma.
B presenta una cobertura casi total de estratocúmulos cuya parte superior está irradiando calor hacia el espacio. La base de la nube también irradia calor pero esta radiación hacia abajo es más o menos compensada por la emisión de calor que produce el suelo hacia arriba. El enfriamiento de la cima de las nubes ha hecho que la inversión se acentúe.
C expone el estado final cuando la capa de estratocúmulos se ha hecho inestable. La nueva inestabilidad es muy ligera pero realmente produce una suave agitación en el seno de toda la capa nubosa. Este movimiento sube continuamente aire húmedo hasta la inversión lo que hace que la capa nubosa perdure. La mayoría de las capas estratocumuliformes tiene una parte superior ondulada que hace patente el resultado de este movimiento convectivo. Esta convección interna mantiene viva la capa nubosa sin la ayuda de térmicas que se eleven desde el suelo. El vuelo sobre tales capas es normalmente muy suave pero se vuelve algo turbulento si te dejas caer dentro de ellas.

Los signos matinales de estratificación

Muchos días potencialmente buenos para el vuelo comienzan con cielos sin nubes y muy buena visibilidad. Los signos de la estratificación son los siguientes:
1. Aparición inusualmente temprana de las primeras nubes cumuliformes. Esto denota que es necesario muy poco calor para disparar las térmicas.
2. Las bóvedas de los cúmulos se disparan rápidamente hacia arriba en vez de crecer gradualmente.
3. Los cúmulos que se están elevando forman torres estrechas, las bóvedas están bien formadas pero las bases no permanecen planas por mucho tiempo. Esto sugiere la idea de que aunque hay una buena cantidad de energía disponible está mal distribuida. En los días buenos, los cúmulos crecen menos rápidamente y tienen bases con una vida mucho más larga.
4. Pequeños gorros lenticulares (pileus) aparecen sobre las cúpulas de los cúmulos y son rápidamente absorbidos por las torres de rápido crecimiento. Las nubes pileus están producidas por aire que es empujado por una térmica en ascenso. Pueden incluso hacerse patentes sobre una térmica azul. Son una buena indicación de la humedad del aire en altura, aire que necesita muy poco ascenso para alcanzar su nivel de condensación.
5. Si la claridad del día te permite ver desarrollos sobre alguna región montañosa, observa qué es lo que ocurre allí. La estratificación se desarrolla primero sobre las montañas. La capa se extenderá sobre el llano unas pocas horas más tarde.

Táctica ante la estratificación

Nunca me ha ido bien en tales días; es mi excusa habitual para irme a aterrizar. No obstante, los mejores pilotos continúan recorriendo distancias sorprendentes aunque frecuentemente se desvían de la ruta más directa. Si la cobertura nubosa no es completa uno puede:
1. Intentarlo con el borde soleado. A menudo hay buena ascendencia bajo las nubes fronterizas donde los rayos inclinados del sol calientan el suelo bajo el borde de la manta nubosa.
2. A la vez que se sigue el borde, desviarse hacia cualquier pequeña voluta de nube que esté fuera de la capa nubosa principal. Sorprendentemente puede haber buenas ascendencias bajo pequeñas nubecillas semirrotas que se producen a una milla de distancia del borde principal.
3. Si la ruta discurre por algún lugar próximo a una línea de costa o estuario, intentar acercarse al mar. Aproximarse a la costa es algo así como ir hacia atrás en el tiempo, uno se encuentra con las condiciones que había en horas más tempranas del día, antes de que la estratificación se desarrollara.
4. Aprovechar cualquier oportunidad de ascender dentro de la nube. Las térmicas más fuertes empujan a las cumbres de los cúmulos muy dentro de la capa de inversión y puedes salir hacia el deslumbrante cielo azul a unos cuantos cientos de pies sobre la capa nubosa. Esto no dura mucho tiempo, por supuesto, aunque tal ascenso puede sumar muchos minutos a tu planeo.
5. Estando bajo la sábana de nubes buscar cualquier mancha más oscura, especialmente si hay fragmentos de nube bajo la base principal. En el muy inestable aire bajo la estratificación uno puede encontrar térmicas insospechadas. Estas son más fáciles de trabajar en la parte alta, por lo tanto merece la pena tomar cualquier ascendencia disponible mientras tengamos altura.




Autor Tom Bradbury - Traducción y edición: Javier Higueras. SKYWATCH 55

Es sus continuas series sobre cómo y dónde encontrar ascendencias por los alrededores de una nube, Tom Bradbury considera en esta ocasión los temas de las nubes con cola, los agujeros azules y la subsidencia y nos da algunas reglas empíricas para permanecer lejos de las descendencias.

Mantenerse fuera de la descendencia.

Ev 1. Mirar la base de la nube, especialmente el lado que se encuentra a sotavento. En muchas ocasiones verás un rápido desmoronamiento en el lado de sotavento de un banco de cúmulos. La base de la nube se puede volver rasgada con fragmentos dispersos que cuelguen hacia abajo. Una parte de una nube puede sufrir un cambio en menos de cinco minutos, que la haga pasar de ser una nube con buen aspecto a ser una nube en dispersión.
2. Si ves barbas colgando compara su nivel con el nivel general de la base de las nubes. Las barbas que cuelgan claramente por debajo de las bases son, normalmente, buenos signos. Son malos signos las barbas o jirones de nube que comienzan por encima del nivel principal de las nubes. Estos últimos no son más que los restos de un cúmulo que se está deshaciendo. Ver la Fig. 3. A presenta unos cúmulos con barbas bajo la base principal; éstas son generalmente un buen signo de ascendencia. Los frentes de brisa marina y otras líneas de convergencia muchas veces presentan este aspecto. B muestra barbas formadas por una nube en descomposición; están en su mayor parte por encima del nivel de condensación y casi invariablemente denotan descendencias.
En la Fig. 4 vemos dos clases de escalones nubosos. A pertenece a la clase que tiene su mejor ascendencia próxima al escalón y bajo la base más alta. Escalones como éste son causados por la conjunción de dos masas de aire, una más húmeda y otra más seca. El aire seco produce una base más alta y una mejor ascendencia.
En B los escalones han sido causados al ser tumbadas las partes superiores de las nubes por los vientos más fuertes en altura. Cuando esto ocurre las cumbres desplazadas pierden su fuerza ascensional y uno ha de ir a la base principal para encontrar térmicas activas. Esto puede sonar algo confuso aunque normalmente se suelen encontrar las diferencias entre un escalón producido por una masa de aire más seca y un escalón producido por el desplazamiento de la parte superior de una nube.

Nubes con cola

Las colas horizontales que salen de una nube cumuliforme frecuentemente muestran qué extremo se está hundiendo. La foto B es un ejemplo de una cola de nube que marca el lado de un gran cúmulo que decae. La Fig. 5A es un dibujo de una cola que marca el lado debilitado de un gran cúmulo y que pone de manifiesto cómo una sucesión de células han ido construyendo la nube por el lado derecho y cómo el aire subsidente a la izquierda desmorona la nube. La Fig. 5 B es un esbozo que muestra una nube con una cola mucho más corta a su izquierda allí donde la nube está muriendo. En el medio y hacia la derecha hay una base bastante plana con algunas barbas denotando ascendencia.
Las colas de nube inclinadas (no horizontales) pueden ser una indicación de que las nubes se han formado con vientos bastante fuertes cuando una térmica estrecha ha sido arrancada de la superficie antes de que sea lo suficientemente grande como para producir un cúmulo de talla decente.
Cuando una torre de cúmulos se dispara hacia arriba demasiado rápido y comienza a evaporarse y a caer, la base originalmente horizontal puede ser totalmente destruida dejando únicamente trozos deshechos de nube.

Agujeros azules.

Es posible que resulte muy desconcertante cuando uno descubre que todas las nubes que uno tenía enfrente se han desvanecido dejando un gran agujero azul. Puede haber varias razones para tales vacíos:
1. El área que tenemos delante puede ser algo más baja y demasiado húmeda para que se produzcan térmicas. Grandes extensiones de los valles del Severn o del Thames y el claro ejemplo de los llanos de Somerset son ejemplos de tales áreas muertas. Son particularmente malas después de producirse chubascos.
2. Aire marino puede haber entrado desde la costa.
3. Puede haber una frontera entre una masa de aire húmeda llena de cúmulos y otra mucho más seca que tenga un nivel de condensación demasiado alto para la formación de cúmulos. En tal caso, esta zona azul todavía debería de ser volable.
4. La inversión puede haber descendido por debajo del nivel de condensación. Probablemente habrá térmicas azules aunque la fuerza ascendente será más débil ya que la profundidad de la capa convectiva es menor. Si la altura alcanzada por las cumbres de los cúmulos han ido menguando paulatinamente, esto significa probablemente que la inversión también ha ido bajando.
5. Puede que el área haya estado cubierta por la niebla por la mañana y la temperatura se haya ido elevando lentamente. Es arriesgado adentrarse en tales áreas. Las térmicas se forman mucho más tarde en las zonas que han tenido niebla al amanecer.
6. Puede haber una zona localizada de subsidencia en altura inusualmente fuerte inhibiendo la formación térmica. Esto es bastante infrecuente y pasamos a describirlo a continuación.

Subsidencia localizada.

La subsidencia, el lento descenso del aire desde arriba, es algo muy común cuando los anticiclones o las dorsales se están desarrollando. El proceso tiene mucha importancia porque produce una capa estable o inversión a unos cuantos miles de pies sobre la superficie. Se da por sentado que la subsidencia anticiclónica es raramente mayor a 3.000 pies/día. En mi opinión la subsidencia se puede comportar como lo hace la descendencia entre nubes. Ésta es normalmente muy suave si la consideramos promediada sobre un gran área, pero uno se puede encontrar con pequeñas regiones de descendencia mucho más fuerte. De la misma forma la subsidencia anticiclónica es normalmente demasiado gradual para ser percibida por una aeronave, pero puede haber lugares donde esté concentrada en el interior de una área más pequeña y así la descendencia sea mucho más potente.
El Double Eagle, primer globo de helio que cruzó el Atlántico, encontró algo así al oeste de Irlanda. La tripulación vio un gran agujero circular en la sólida capa de estratocúmulos que había bajo ellos. Cuando el globo (que había estado sobre los 20.000 pies) pasó sobre este agujero azul experimentó un descenso que no pudo ser detenido hasta que alcanzaron los 4.000 pies. Perdieron 15.000 pies en solo una hora incluso a pesar de que fue efectuado el lanzamiento de lastre.
Esta clase de subsidencia se puede dar sobre tierra también, produciendo un agujero azul en un campo de cúmulos. La Fig. 6A es una representación de lo que veríamos si mirásemos tal agujero desde arriba. La Fig. 6B es una sección transversal. Si llegas al borde de un gran agujero azul bordeado por cúmulos, piénsatelo dos veces antes de forzar tu entrada en tal vacío. Volar dibujando el perímetro bajo nubes activas es más rápido que adentrarse en la zona muerta donde te puedes quedar estancado muy bajo volando ascendencias débiles.
Dado que uno raramente sabe qué ha producido un agujero azul, normalmente merece la pena desviarse alrededor de él si es posible. Sé de un piloto sabio que se desvió de la ruta haciendo tres lados de un cuadrado para evitar poner rumbo hacia un casi seguro campo de aterrizaje bajo el cielo azul.

Recapitulación

Las rutas marcadas en los mapas son una ayuda muy valiosa para la navegación pero uno no ha de sentirse obligado a seguirlas invariablemente. Sospecho que una de las razones de los errores que se cometen cuando se realizan los primeros vuelos de cross-country es que el piloto se ve arrastrado a volar en línea recta. Es mucho más importante seguir líneas de energía y desviarse hacia las nubes con buen aspecto y evitar las brumas de deshecho. Intenta permanecer con altura y gira cualquier ascendencia fuerte con la que te cruces aunque no necesites ganar altura en ese momento.
Cuando te acerques a las nubes fíjate más en la base que en sus cumbres. Las cúpulas bien redondeadas de los cúmulos pueden estar desplazadas del lugar donde la próxima térmica hará su entrada por la base de la nube. La ascendencia que tu esperas encontrar puede que todavía no haya producido su propia cúpula. Si ya estas alto, mira las sombras en el suelo. Si la sombra de la nube está llena de agujeros, lo más probable es que bajo ella encuentres descendencias antes que ascendencias.
Los pilotos experimentados que se lanzan a completar triángulos a velocidades que exceden los 100 Km/h. (1) saben cuando pueden ignorar, con total seguridad, estas reglas elementales. Ellos casi siempre pueden remediar un error "rascando" en un punto bajo y ganando altura de nuevo. La velocidad es una consideración secundaria durante los primeros vuelos de cross-country y merece la pena volar sobre una línea ondulada buscando la energía y permaneciendo alto tanto tiempo como sea posible.


(1) recordemos que el autor se está refiriendo, una vez más, al mundo de los veleros