EL ALA O YO TU DECIDES

Un tema siempre recurrente entre los pilotos hombres, es decir, los pilotos machos o de sexo masculino, consiste en el drama de su pareja mujer y la constante tensión que existe entre el Ala y la señora o polola - o lo que fuere -. De hecho, esta tensión puede tornarse tan apremiante, que no sin fundamentos, mucho se rumorea que "algunos pilotos vuelan en ala y sus mujeres en escoba". Por otra parte, es una constante que las pololas se sienten orgullosas de sus héroes alados, mientras no son nada más que pololos; pero ay! De aquellos que cruzan la puerta de la iglesia, puesto que la fiel fanática se transforma en la principal detractora, a veces silenciosa, otras veces más expresa.

Por cierto que las razones para este fenómeno son varias - ya las veremos con detención -, pero lo principal, es que ningún piloto se siente tranquilo por esta inevitable situación. Por ello, es que este
Correo Aéreo tratará de abrir el debate y proponer ciertas soluciones. En todo caso, lo ideal sería que cada cual haga una reflexión y un aporte, para que entre todos podamos construir una comunidad de vuelo más "pacífica" con las mujeres; en definitiva, nuestras angelicales compañeras.

Primeramente, intentemos hacer una breve, e insuficiente, enumeración de razones de por qué las mujeres detestan nuestra Ala (nada que vercon el Speed Stick):

1. Síndrome chofer.

Si hay algo que una mujer odia es sentirse un objeto utilitario. Esto es muy comprensible y no sólo va para las mujeres. Por ello, es evidente que cuando nuestra amada se convierte en chofer de camión, es evidente que se despierten sus odios frente a la culpable de todo este embrollo ; el Ala.

2. Síndrome de Aburrimiento.

Un importante filósofo actual señaló que "no hay nada más peligroso en el mundo que un periodista sin lectores y una mujer aburrida". La mujer es el centro del mundo, y le gusta sentirse así; es decir, que la hagamos sentir así.
Por tanto, cuando la "muñequita" se queda horas esperando que el príncipe haga sus gracias y se digne a aterrizar, el aburrimiento, el calor, el frío, el hambre, la sed, el polvo y LA FALTA DE BAÑOS - por que si hay algo de lo cual las mujeres no pueden prescindir, es el baño - crece y el sacrificio a la larga, pierde su sentido. Luego, después de un feliz día de vuelo, el agotamiento físico y mental complota esos románticos planes de ese sábado por la noche y cuando ellas llegan luciendo su mejor y más sensual traje, uno está roncando el séptimo sueño.

3. Síndrome Celoso.

Todos sabemos que el vuelo libre es una actividad enormemente absorbente. De hecho, la tensión pre-vuelo comienza varios días antes. Mientras se arma el ala, se prepara para el despegue o se
desarma al ala, nadie nos saca una palabra; menos un cariñito. Entonces es evidente que las mujeres sientan celos de esa "otra" que se roba a su marido o pareja y a quien se le presta más atención. El
Ala es la enemiga y hay que eliminarla haciendo lo posible para que el príncipe la evite; entonces, de improviso, aparecen ineludibles compromisos familiares justo para las tardes de los fines de semana
(?). En este síndrome, siempre los niños y la familia son puestos como parapetos entre la trinchera de guerra. Si a esto le sumamos los fuertes gastos en equipos, revistas y demases; tenemos un infierno


4. Síndrome de Inseguridad.

Evidentemente, el ala delta no es un deporte o una actividad tan segura como jugar ajedrez. Pero tampoco es cierto que alguien se muera de ala delta. La realidad es que los pilotos, por ahorrarse una luquitas, o por falta de expresividad no son capaces de demostrarle a sus mujeres que sus alas y su equipo es de última tecnología, que sus medidas de seguridad son mejores que lo razonablemente pedible, que sus procedimientos de vuelo son responsables y que respetan las
reglas, etc.
Bien, al que le quepa el sayo, que se lo ponga. Lo importante es que, una vez que hemos detectado la debilidad, debemos atacarla ingeniosamente para hacer más agradable la comunión entre ala y mujer.
Para esto, el Doctor Cariño propone las siguientes soluciones:

1. Participación activa.

Como decíamos anteriormente, la idea es que hay que idear la forma de transmitir a la mujer, que su participación personal en nuestra actividad es importante para nosotros; y la asignación de tareas
motivadoras por el realce de la ayuda que muchas veces nos prestan es fundamental; tanto que sin eso preferiríamos no volar; en pocas palabras; que ellas tienen el control;

2. la Zanahoria.

Cada cual sabe que zanahoria es más efectiva, pero la idea es que ellas sientan que el sacrificio de esperar, bajar un auto o colaborar muertas de calor en un rescate, tiene una recompensa; incluidos los niños.

3. Participación Comunicativa.


Es difícil proveerles de entretención mientras se está volando y ellas esperando; pero, por ejemplo, cuanto no ayudaría el que el y ella estén interconectados vía radio o teléfono, comentando las
alternativas del vuelo. Una pasadita por el despegue, un saludo, una pirueta simpática, una despedida fogosa.

4. Seguridad.

El miedo normalmente crece en donde hay desconocimiento. Cuando las mujeres creen que aquí los accidentes están por doquier o no conocen nuestras medidas de seguridad, un paracaídas con rocket, ala nueva, casco integral; o nuestro esfuerzo por apegarnos a las normas de vuelo; entonces evidentemente que el miedo surge. Debemos ser capaces de traspasarles ese sentido de responsabilidad por nuestras integridades, lo cual es un reflejo de nuestro cariño hacia ellas.

5. Limitar Espacios.

No ayuda mucho el hablar de alas todo el día. El ser monotemático es un error. Evidenciar que el ala es un hobby y no la única preocupación vital - aún cuando sea mentira.

6. After Fly.

Luego del vuelo glorioso de 100 kms., éste se acabó. Por tanto si la idea es salir a celebrar con los amigotes la proeza, o si uno se desgrana, camino a casa, en fantasiosos relatos sobre la odisea
vivida; téngan de seguro que la cosa va mal; ese tiempo es de ella y se lo merece.

7. Gerenta de Rescate.

Si la nombramos gerente de rescate, hay que proveerla de los medios. Por ejemplo, asegurarnos que el auto tiene bencina, que tienen llaves de repuesto, que tienen plata, agua, un chocolatín pal hambre, etc.

8. Fechas y Días Claves.

Por sobre todo, jamás organizar un fly inn para el aniversario o el cumpleaños; si hay algo destructivo es olvidar una fecha clave.
Asimismo, si el panorama nos revela que el día no va a estar muy bueno para el vuelo, o estamos algo cansados; lo mejor es quedarse encasa y arrendar un video sexy. La idea es que el tiempo de vuelo es un recurso escaso y hay que saber aprovecharlo sin quemar oportunidades que pueden ocuparse mejor en la próxima semana.
Bueno hermanos pájaros, ojalá que estas ideas sirvan de algo y no estemos "cagando" fuera del tiesto. En todo caso bien venidas son las nuevas teorías y las ingeniosas estrategias.